Austria se caracteriza por ser parte de una cultura muy elegante y educada, su pueblo es muy hospitalario, es una tradición que transcurre de generación en generación, valoran mucho la educación por eso evita hablar el voz alta o decir groserías delante de un austriaco para ser bien recibido en su comunidad. Si eres invitado a una comida, llega puntual, ellos lo valoran igual que los ingleses.

En Austria la armonía es muy importante, han logrado integrar notablemente lo moderno con lo antiguo, el lujo con lo popular. Los carnavales de bailes y música son muy concurridos, en cualquier época del año puedes disfrutar de conciertos, óperas o festivales, en todo el territorio austriaco. También en la calle encontrarás violinistas, malabaristas, cantantes, se trata de un pueblo que valora mucho el arte.

Las familias austriacas no son muy efusivas, menos en público, pero es el núcleo de la sociedad más importante. Sus niños son educados con cuidado y reciben toda la atención de los adultos. Desde muy pequeños acostumbran practicar deportes de invierno y aprecian la música por eso aprenden a tocar un instrumento.

Las prácticas religiosas no se extinguen en Austria, su Iglesia es una gran potencia espiritual y económica, recibiendo el 1% de los ingresos de cada ciudadano, el desestimar este aporte corren el riesgo de no encontrar sepultura en tierra consagrada, una de las costumbres que aún se perduran es regalar un pastel de crema en Semana Santa.

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